La tan sencilla, simpática y natural actriz norteamericana Jennifer Aniston ha mostrado esta semana su cara más caprichosa. Según confirma "La Otra Crónica" de "El Mundo", durante su estancia en un hotel de Madrid dónde se alojó a causa de la promoción de su nueva película "Sígueme el rollo", la joven actriz mostró su cara más exigente y caprichosa.
Así que la natural y sencilla Jennifer ha acabado siendo nada más que una típica famosa, exigente como nadie, apartándose totalmente de la imagen que intentaba transmitir a sus fans. ¿Creías que pasarías desapercibida, Jen? ¡Evidentemente en este mundo de cotilleo nadie se salva! Así que ya no es ningún secreto que la actriz, entre otras cosas, pidió una nevera llena de productos light y de soja, yogures desnatados y una bandeja de quesos ligeros italianos, todo ello para no perder su magnífica talla 36 a sus 42 años (gracias, ¡ahora lo entendemos todo!) Pero por si fuera poco, todas las comidas de Aniston tenían que estar obligatoriamente compuestas por crudités, guacamole y pescado a la plancha. Y además... como aperitivo la intérprete exigía raciones generosas de fruta fresca.
Así que vemos que incluso las actrices que parecen hoy en día naturales pueden tener una cara escondida. Al fin y al cabo, ¿quién no aprevecharía realmente poderse permitir tantos lujos? Que al fin y al cabo... a todo el servicio del hotel madrileño les debió caer una buena propinilla...
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